Dakar 2025: La ruta de las hazañas.

Publicado 2 enero, 2025

Después de meses y meses de preparación para los pilotos y equipos que participan en la 47ª edición del Dakar y que acaban de completar las verificaciones técnicas y administrativas entre las ráfagas de Bisha (las cifras oficiales de participantes están por llegar), por fin ha llegado el momento de pasar a la acción.

Cada uno de los contendientes tiene su propio reto y el de Carlos Sainz, defensor del título en coches, es conservar la posición, lo que le permitiría ponerse a la altura de Nasser Al Attiyah con cinco victorias. Nunca la rivalidad había sido tan fuerte en la categoría, ya provenga de los Dacia, los Minis o los 16 Toyota Hilux, liderados entre otros por el abanderado saudí Yazeed Al Rajhi.

En la categoría de motos, el gran reto podría ser la victoria de Adrien Van Beveren en su décima participación, mientras que la categoría SSV será el campo de batalla entre Polaris bajo el liderazgo de Xavier de Soultrait y Can-Am del gran Chaleco López, que ha realizado una conversión ejemplar desde su primera carrera en motocicleta.

Los antiguos pilotos de quad y ahora conductores de Challenger, como Alexandre Giroud y Nicolas Cavigliasso, podrán inspirarse en la carrera del chileno para intentar ganar con un volante después de haber dejado atrás el manillar.

Se abre también un nuevo horizonte en la categoría de camiones y, en particular, en el equipo De Rooy, que da la bienvenida a Aleš Loprais y Vaidotas Žala.

Los candidatos a la operación «Saudi Next Gen» también buscan nuevas perspectivas y su evaluación ya está en curso.

Mañana, los motociclistas comenzarán temprano por la mañana, a las 7:45 y con un prólogo de 29 kilómetros, mientras que los coches lo harán a partir de las 10:35.

Carlos Sainz viene pisando fuerte

Carlos Sainz debutó en el Dakar en 2006, dos años después de Nasser Al Attiyah. Sainz fue el más rápido en inscribir su nombre en el palmarés, en 2010, pero el campeón qatarí le adelantó y acabó acumulando cinco trofeos en sus vitrinas.

Tras su cuarto éxito al volante de un Audi híbrido el año pasado, «el Matador» vuelve este año a la carga y bien podría igualar las tornas en el flamante Ford Raptor que le ha confiado el equipo M-Sport.

Su rival de los últimos 18 años se encuentra en una situación similar con el Sandrider de Dacia y la etapa de las 48 horas de crono del tercer día bien podría ser una etapa decisiva en este duelo: «Tenemos que superar la primera semana en una buena posición, lo que será difícil porque estaremos sin asistencia en dos ocasiones. En cuanto a la estrategia, el año pasado bajé el ritmo en la etapa anterior y eso me permitió ganar tiempo en la crono de 48 horas. Pero esta vez viene precedida de una etapa de 400 kilómetros, así que los cálculos son muy difíciles. La otra dificultad es que en este Dakar habrá que recorrer mucha más distancia sin las huellas de las motos, así que la labor de salida será difícil y penalizará». La táctica y la velocidad son lo más importante y el defensor del título es consciente de que tendrá que estar a la altura en los dos aspectos si quiere defender su posición.

«Con un coche nuevo estás abriendo un capítulo aparte. Tengo bastante confianza después de todo lo que he visto en el Rallye du Maroc. Nos espera la edición más abierta que he visto nunca y hay cuatro fabricantes que pueden ganar perfectamente. Espero que todos estemos en la brecha». Para aumentar las posibilidades del Raptor, Sainz contará en su equipo con la compañía del compatriota Nani Roma, de su antiguo compañero en Audi Mattias Ekström y del estadounidense Mitch Guthrie.

Van Beveren: Fabricando la leyenda

Este año, 11 motoristas componen el cerradísimo círculo de la «Leyenda», reservado a los competidores con diez victorias o más en el Dakar. Štefan Svitko ostenta el récord en activo con 16 participaciones, por delante de Francisco Arredondo (15), Emanuel Gyenes y David Casteu (14), y Pablo Quintanilla (13), y es el más experimentado de los pilotos oficiales que aún no siente el peso de los años: «Sinceramente, estoy contento de poder continuar a este nivel. Corro el Dakar con altibajos… con buenos resultados pero también con caídas y lesiones, así es este deporte. En cualquier caso, tengo las herramientas para triunfar y me siento preparado al 100%».

Tres pilotos de fábrica se unen a los fieles del Dakar: Nacho Cornejo, Ricky Brabec y Adrien Van Beveren. Para el defensor del título, se trata de volver a rodar tras su caída en el Rallye du Maroc: «Al final resultó que lo que me dañé en Marruecos no fue la rodilla, sino la tibia. Me tomé un descanso para que me colocaran 12 tornillos y ahora vuelvo a la carrera. Al final no he perdido nada más que un mes, lo que no está tan mal. Estoy al 100%». Para el francés, este estatus de «Leyenda» supone también la oportunidad de batir un récord: ningún ganador en motos ha tenido que esperar diez años para alzarse con la victoria.

El más tenaz hasta la fecha sigue siendo Nani Roma. Entre su primera aparición en 1996 y su victoria en 2004, el catalán corrió en nueve ocasiones. Pero todo esto no basta para desanimar a Van Beveren: «Físicamente estoy más fuerte que nunca. Tengo todas las ganas y no tengo la sensación de estar viviendo mis últimos años sobre la moto. Mi carrera podría haber acabado al menos dos veces ya, pero ahora estoy en mejores condiciones que nunca para ganar».

En este Dakar, la frescura estará a la orden del día, ya que la primera semana se disputará la crono de 48 horas y la etapa maratón. Para el playero de las playas del norte de Francia, «el hecho de que la crono de 48 horas sea al principio no me favorece, porque los demás todavía no estarán muy cansados. El año pasado, marqué la diferencia en esta etapa durante la segunda semana, cuando ya estábamos cansados. Esta vez, todos vamos a empezar relativamente frescos y no creo que nos vengamos abajo físicamente».

Una galaxia de aspirantes llamada Toyota

Overdrive Racing tiene que montar cada día un auténtico parque de servicios para albergar un total de 16 Toyota Hilux, de diferentes colores pero con el mismo vehículo, convertido en la referencia en Ultimate hasta la victoria del Audi de Carlos Sainz el año pasado. Abanderado del equipo belga así como de Arabia Saudí, este es el Dakar número 11 para Yazeed Al Rajhi, entre los que alcanzó un tercer puesto en el podio en 2022. En 2023 asistimos también a la espectacular actuación de Lucas Moraes en la que fuera su primera participación.

Desde entonces, el brasileño se ha consolidado como la estrella emergente de Toyota, con un tercer puesto en el W2RC de 2024 y lógicamente uno de los favoritos, junto con su compañero saudí: «Estar a este nivel es hasta un poco loco», cuenta. «Es innegable que he ganado experiencia y eso es necesario cuando ves que pilotos como Carlos Sainz o Nasser Al Attiyah tardaron un tiempo en ganar un Dakar. Así que tengo confianza para intentarlo, pero empiezo a darme cuenta de que el Dakar es muy largo. Con este recorrido atípico en la primera semana, habrá que ser aún más fuertes en lo que a la estrategia se refiere y ser prudentes sin perder nunca de vista a los pilotos más rápidos».

Del lado sudafricano, Giniel De Villiers, Henk Lategan y Guy Botterill lucharán también por el podio, al igual que el californiano Seth Quintero. Este elenco de potenciales campeones podrá desviar un poco la atención del debut en la categoría de Rokas Baciuška.

Tras ganar varios podios en SSV y Challenger, así como tres títulos mundiales consecutivos en W2RC, el lituano se adentra en las grandes ligas y Baciuška bien podría causar sensación con su traje de recién llegado: «Es mi primer Dakar en Ultimate, pero no es la primera vez que corro con el Hilux, ya que participé en la Baja Aragón (segundo puesto en T1+) y en la Baja Hail (tercer puesto). Tengo mucha experiencia en Challenger y en SSV, pero esto es totalmente distinto. Me sentiré más tranquilo cuando nos clasifiquemos en el Top 20 después del prólogo y de la primera etapa porque este Dakar se perfila como el más abierto de la historia».

La batalla SSV de las Américas

Ganador de la categoría SSV el año pasado con el Polaris RZR Pro R, procedente de Estados Unidos, Xavier de Soultrait ve cómo la casa Can-Am llega con un nuevo vehículo que todos vaticinan que dará mucho que hablar: el Maverick R.

Se trata de un vehículo que apareció hace unas semanas antes de su homologación por la FIA en el Rallye du Maroc y que, si bien no se clasificó, dejó una profunda impresión, sobre todo en manos de un retornado a la categoría. «Chaleco» López, un antiguo motociclista al igual que De Soultrait, ganador de la SSV en 2019 y dos veces en la clase Challenger (2021-22), es uno de los cuatro oficiales de la marca canadiense Can-Am Factory.

El ecuánime piloto de Sébastien Loeb Racing está encantado con esta adversidad: «Lo que hicimos el año pasado fue excepcional. Si lo volvemos a hacer, será excepcional por partida doble. Hemos ampliado nuestro equipo con Brock Heger, uno de los mejores pilotos estadounidenses. La competición de cabeza se está organizando y me alegra poder competir contra «Chaleco»… tener una referencia como él en la categoría es bueno para la carrera».

Heger no es el único estadounidense que aterriza en los SSV. En Can-Am Factory, dos nuevos equipos son 100% made in USA. El tejano Hunter Miller debuta en la carrera con Andrew Short. La californiana Sara Price, que el año pasado quedó cuarta en su primer intento en la carrera, regresa en compañía de Sean Berriman, ganador de la SSV con Casey Currie en 2020.

Sobre el papel, estos recién llegados son pesos pesados, pero Sara conoce las sutilezas del Dakar: «Mucha gente tiene los ojos puestos en el Dakar desde hace tiempo en los Estados Unidos, pero nadie ha dado el paso desde hace tiempo. Yo probé suerte el año pasado. Vine con una mentalidad humilde y obtuvimos un buen resultado. Seguramente eso dio ideas a otros. Conozco bien a Brock Heger y a mi compañero Hunter Miller y los dos tienen más experiencia en UTV que yo en los Estados Unidos, pero en el Dakar no gana necesariamente el más rápido».

La nueva vida de Alexandre Giroud

Después de que Simon Vitse se pasara a Ultimate en 2021 y de que Nicolas Cavigliasso hiciera lo mismo con Challenger en 2023, este año es el turno de que Manuel Andújar y Alexandre Giroud den el salto de los quads a los coches. Se trata de un cambio más o menos forzoso para estos dos grandes rivales, ya que la categoría ha perdido su lugar en el Dakar.

El bicampeón argentino (2021-24) apuesta por la SSV con Can-Am y el equipo South Racing. El francés, también doble ganador (2022-23), se incorpora a la categoría Challenger con un OT3 del G Rally Team. «Los quads siguen siendo mi pasión», cuenta Giroud. «De hecho, sigo siendo piloto oficial de Yamaha para el resto de la temporada. Pero después de dos victorias y tres podios, llegó la hora de un nuevo desafío. La elección de la categoría Challenger no podía llegar en mejor momento». Si bien no empieza de cero, Alexandre sabe que este año tendrá mucho que aprender. «Me tomo la salida con mucha humildad, pero tengo una ventaja y es que ya conozco el rally. Sé mejor que nadie que el Dakar es una carrera en la que hay que no hay que precipitarse».

Como apoyo, Alexandre ha elegido a Jeremy Jacomelli, un amigo que es parte fiel de su tripulación desde hace tiempo: «Podría haber elegido un copiloto experimentado, pero como siempre lo he hecho todo solo, prefiero no descuidar la navegación. Hemos trabajado mucho con Jeremy para que me dé siempre la información que necesito». En cuanto a todo lo demás, asegura que será divertido: «Este coche no deja de ser un gran quad. Tiene volante en vez de manillar y pedales… pero siguen siendo cuatro ruedas. Se desliza y se traga los obstáculos».

Con Manuel Andújar compitiendo en la categoría SSV, el francés no debería tener que enfrentarse a su rival de toda la vida. En su lugar, se enfrentará a otro antiguo ganador argentino en quads, Nicolás Caviglissio, que le lleva dos años de ventaja y que terminó la temporada en segunda posición en el W2RC.

Loprais y Žala en el país de los tulipanes

El Team De Rooy es la casa neerlandesa en el Dakar. El patriarca, Jan, ganó en 1987. Más adelante, su hijo Gerard ganaría en 2012 y 2016 antes de retirarse para hacerse cargo del equipo. Después habría que esperar hasta 2023 para que los camiones de De Rooy ascendieran nuevamente a lo más alto del podio con Janus van Kasteren. Pero este año el cambio de rumbo es muy claro.

Uno de los Iveco Powerstar se ha confiado a Anja van Loon, que consiguió un 12º puesto especialmente alentador en su primera participación en la categoría el año pasado. En cualquier caso, la mayor oportunidad de recoger un trofeo en Shubaytah está en manos de… Aleš Loprais. De hecho, el gran rival checo, al que se le escapó la victoria el año pasado (segundo puesto), ha decidido cambiar de bando a ver si así consigue el título que aún le falta: «He adoptado un plan muy diferente y creo en la victoria. Tengo claro que en el Dakar se pueden dar muchas situaciones, pero yo no tengo nada más que un objetivo. Voy a ser paciente durante esta primera semana. No hay que olvidar nunca que esta carrera es una maratón muy larga».

La sensación en la categoría de pesos pesados podría proceder también de un recién llegado y que ha llamado a la puerta de Gerard De Rooy desde Lituania. Se trata de Vaidotas Žala, que con frecuencia se ha colado en el Top 10 en sus nueve participaciones en coche (11º en 2022), pero que sintió la necesidad de conocer el país y coger altura, nunca mejor dicho: «Siempre me han gustado los camiones grandes y antes solía conducirlos desde Lituania para llevar el coche hasta el puerto de embarque. En los últimos años, cuando teníamos problemas mecánicos que nos dejaban tirados en la pista, veía los camiones que nos adelantaban y pensé que sería una buena idea intentarlo en esta categoría. También tienen un volante, pedales y ruedas, así que era algo factible».

No se puede dudar de sus habilidades al volante, pero Žala no está seguro del valor de su conducción en máquinas de diez toneladas. «Me preocupan un poco las jornadas de 500 kilómetros y en las que tendremos que atacar sin cesar, porque son físicamente muy exigentes. La verdadera prueba será el prólogo y la primera etapa, pero no sé cuál es mi posición con respecto a los demás. ¡Me siento como un novato y eso es muy estimulante!».

Saudi Next Gen: Curva en ascenso

Tras un primer contacto ayer con sus SSV, las cinco tripulaciones que participan en la operación Saudi Next Gen se han enfrentado hoy a un tramo de desierto de unos 75 kilómetros. Como en todo aprendizaje que se precie, el instructor jefe encargado de supervisarlos les ha señalado algunos errores. Pero Edo Mossi tiene toda la intención de evaluar la progresión y no tanto el nivel absoluto para identificar al o a la piloto que podría tener un futuro serio en el Dakar.

«En una escala de 10, me interesa menos alguien que pasa de 9 a 10 que alguien que salte de 2 a 8. Dos de ellos dieron un trompo con el coche, pero eso no los elimina en absoluto. Ante todo, veo que todos quieren ganar y con una determinación que nunca me hubiera imaginado». En cuanto a determinación, Merehin Albaz es una de las dos mujeres que participan en el desafío y no tiene nada que envidiar a nadie.

Esta mecánica de Yeda, impulsada por el recuerdo de su madre recientemente fallecida y que la animó a creer en sus sueños, pretende demostrar que tiene más que merecido su puesto en el Dakar: «Mi madre no sabía conducir, pero de todos modos me enseñó y lo hizo a espaldas de mi padre. Estoy aquí gracias a ella y desde hace dos días en cuanto me subo al SSV me siento como en casa … es como ir en bicicleta. Al mismo tiempo, puedes confiarte demasiado pronto y descarrilar o desviarte. En cualquier caso, es estupendo poder aprender en este grupo y de personas tan competentes».

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