Por Héctor O. Losino
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Se cumplen hoy 32 años del fallecimiento de Roberto Mouras luego del accidente que sufriera en Lobos. Fue un 22 de noviembre de 1992 en el circuito semipermanente de esa ciudad.

Roberto venía ganando la carrera, luchando palmo a palmo con Oscar Aventín (quien fue el campeón ese año) y Juan Manuel Landa, los otros rivales directos en la definición del campeonato.

Cuando transitaba la ruta 205 se reventó el neumático delantero izquierdo y el Chevrolet del «Toro de Carlos Casares», como lo apodaban, se salió de la cinta asfáltica y fue a dar violentamente contra un talud de tierra.

El impacto fue tan grande que ocasionó la muerte de Mouras y la de su acompañante González pocos días después. La carrera fue detenida con bandera roja y Mouras fue declarado vencedor post mortem.

Ganador de 50 carreras, la muerte lo sorprendió triunfando una competencia, como era sus costumbre de piloto aguerrido pero también cerebral. Y si bien fue tres veces campeón del Turismo Carretera en 1983, 1984 y 1985, lo fue con la marca Dodge y no con la de sus amores que era Chevrolet. Justamente el año que estaba por lograr el ansiado título con su marca preferida, sufrió ese accidente que truncó la vida de Mouras y González.

Fue una muy triste jornada para todos quienes concurrimos a Lobos a presenciar una carrera de TC, sin imaginarnos que la Vuelta de Lobos iba a terminar de la peor manera, en tragedia.

Nuestro recuerdo para Roberto Mouras y Amadeo González, que fueron uno de los tantos corredores y acompañantes que pagaron con su vida su pasión por el automovilismo deportivo.

Héctor O. Losino