Sébastien Loeb arrebató el liderazgo del Acrópolis Rally de Grecia a su compañero de equipo Pierre-Louis Loubet a última hora de la tarde del viernes, con su equipo M-Sport Ford dominando al frente.

Fue un día de ensueño para la escuadra británica, con sus Ford Puma encabezando la clasificación en cada uno de los tramos mientras el rally se dirigía hacia el norte tras el espectacular comienzo del jueves en Atenas.

Loeb fue primer dominador en las accidentadas pistas de tierra y abrió una ventaja temprana en su cuarta salida del WRC de la temporada. Sin embargo, a medida que las temperaturas se disparaban, el nueve veces campeón del mundo perdia impulso.

Un exceso de velocidad en una curva cerrada en Dafni fue suficiente para romper el ritmo de Loeb, que cedió el paso a su compañero de equipo con otro Puma, su compatriota Loubet, que se hizo con el primer puesto y consiguió su primera victoria de tramo en la máxima categoría del WRC.

Loubet parecía capaz de finalizar el día líder después de marcar otro mejor tiempo en Livadia, pero la experiencia superior de Loeb salió a relucir.

Armado con el conocimiento previo del tramo en su última participación en el Acrópolis 2012, el piloto de 40 años sacó 10 segundos de ventaja a su aprendiz en Bauxites para regresar al frente.

Sólo 1,7 segundos separaron al dúo de Puma, mientras el piloto del Toyota GR Yaris, Esapekka Lappi, ocupaba el último puesto del podio a 8,7 segundos.

«Decidí esforzarme al máximo en este último tramo porque estaba perdiendo demasiado tiempo en la especial anterior y no me sentía demasiado confiado», dijo Loeb sobre su ataque final.

«Me dije: ‘Vale, tengo que terminar con un buen ritmo’. Había una piedra en el suelo con la que impacté lateralmente y se levantó el coche a dos ruedas, pero no fue ningún problema».

Loubet se mostró optimista a pesar de haber cedido la posición y explicó que los pequeños problemas mecánicos le hicieron perder tiempo.

«Podemos estar contentos con lo que hemos hecho», dijo. «Tuvimos un problema con los frenos al principio del tramo y algo con la dirección asistida al final.

«No quise correr ningún riesgo y me limité a llevar el coche a casa. Sigue siendo increíble, es como un sueño estar luchando con Loeb».

El mejor piloto posicionado de Hyundai, Thierry Neuville, se quedó a 7,3 segundos de Lappi, un esfuerzo admirable teniendo en cuenta su posición de salida, la cuarta.

El polvo persistente perjudicó al belga en los primeros compases del día y una puesta a punto desequilibrada le hizo luchar contra el subviraje. No obstante, aventajó en 22,2 segundos a su compañero del i20 N, Dani Sordo, que no confiaba en sus notas.

Ott Tänak completó la mayor parte de la etapa con una unidad híbrida defectuosa que dejó a su Hyundai corto de potencia. Detrás de él se encontraban Gus Greensmith (Ford) y Elfyn Evans (Toyota), con sólo 3,4 segundos de diferencia entre los tres.

El líder del campeonato, Kalle Rovanperä, se tuvo que conformar con la novena posición tras abrir pista. El joven de Toyota se enfrentó a unas condiciones extremadamente duras y sus esperanzas de conseguir el título de pilotos este fin de semana parecen escasas.

El debutante en Grecia, Takamoto Katsuta, pilotó de forma prudente para completar el top 10 por delante de Craig Breen, que perdió unos dos minutos tras detenerse a cambiar una rueda en Loutraki 2.

El sábado es la etapa más larga y dura y cubre 147,98 kilómetros competitivos al oeste de Lamia. Las dobles pasadas por Pyrgos y Tarzán serán especialmente duras.

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