Sébastien Ogier está un poco más cerca de su octavo Campeonato del Mundo de Rallyes de la FIA tras una vibrante batalla con su compañero de equipo Elfyn Evans en el Rally de Monza.

El liderazgo cambió de manos cinco veces en seis tramos, y Ogier le arrebató el primer puesto con un pilotaje contundente durante la última especial en el laberinto de carreteras de Monza. Ahora aventaja a Evans en sólo 0,5 segundos tras casi 215 km de acción.

Si Ogier termina entre los tres primeros se asegurará la corona en su último rally antes de retirarse de la competición a tiempo completo. Aunque al francés no le gustaría nada más que despedirse con su 54ª victoria en rallyes, su objetivo sigue siendo el título.

Ogier arrebató el primer puesto a Evans en el primer tramo en las estribaciones de los Alpes italianos. El liderazgo cambió dos veces más por la mañana antes de que la acción se trasladara a Monza para dos tramos de la tarde.

Thierry Neuville ha comenzado hoy con el objetivo de romper la lucha por el liderazgo. Ganó la primera especial de San Fermo con su Hyundai i20, pero en el siguiente tramo chocó contra una barrera con los neumáticos fríos, arrancando el paragolpes y la aerodinámica de la parte delantera del coche.

Cedió casi 30 segundos para situarse por detrás de su compañero de equipo Dani Sordo, y luchó durante las dos especiales restantes de la mañana con un desequilibrio aerodinámico. Sordo tuvo problemas de pilotaje al principio, pero se sintió más cómodo a medida que avanzaba el día y terminó tercero a 19,2 segundos de su compañero.

Oliver Solberg, al volante de otro i20, fue quinto a 34,6 segundos de Neuville. El joven sueco conducía con sus neumáticos al límite en las abrasivas carreteras de montaña, y un planteamiento igualmente agresivo en Monza dio lugar a algunos derrapes imprevistos.

Sexto fue el japonés Takamoto Katsuta. Al piloto de Yaris le costó encontrar agarre esta mañana, y un par de errores en la ruta esta tarde le frustraron. Terminó a 17,6 segundos de Solberg y a 38,3 segundos de Teemu Suninen, que superó a Gus Greensmith.

Greensmith se vio retrasado por problemas de frenos en su Ford Fiesta durante toda la mañana, y Suninen, que pilotaba un i20 World Rally Car por primera vez, se colocó séptimo.

Los dos quedaron separados por 7,7 segundos, Suninen se alegró de salir ileso tras tocar una barrera, pero le costó encontrar sus puntos de frenado en las especiales del circuito.

Con Toyota Gazoo Racing intentando asegurar el título de constructores, Kalle Rovanperä manejaba con cautela para asegurar los puntos necesarios en caso de que Ogier y Evans tuvieran problemas en su intensa lucha. El finlandés fue noveno, y el líder del WRC3, Yohan Rossel, décimo.

Mañana no sólo es el día final de la temporada, sino también el último día de la era de los World Rally Car antes de la introducción de los coches Rally1 con motor híbrido en 2022. Los tres tramos, que suman 39,53 km se disputan en Monza, y el final será el Wolf Power Stage que otorga puntos extra.

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